«Ground Control to Major Tom / take your protein pills and put your your helmet on». Con la mítica y oportuna sintonía de ‘Space Oddity’ de David Bowie se advirtió anoche al numeroso público de la sala Trinchera que el concierto de Zahara estaba a punto de empezar. Abróchense los cinturones, que despegamos. La menuda ‘capitana’ de la misión bajó hasta el escenario saludando a su ‘tripulación’ malagueña y escoltada por sus hombres de confianza, una banda que lleva las canciones de la cantautora Úbeda a un nivel superior.
De hecho, tanto por la contundencia del sonido como por la cantidad de gente que acudió a la cita -las entradas llevaban agotadas semanas-, uno tiene la sensación de que se podía haber llenado una sala más grande. Pero la intimidad que ofrece la Trinchera fue perfecta para Zahara, que sabe como pocos artistas mantener una relación de cercanía con sus seguidores. Otra faceta en la que destaca la jiennense es en la de dotar a sus discos de un eje temático sobre el que reposan las canciones y la estética de los directos. Titulándose su último álbum ‘Astronauta’ no podían faltar los trajes inspirados en las misiones de la NASA y un escenario lleno de planetas plateados.
Una vez situados los músicos sobre las tablas, la sintonía de ‘Expediente X’ daba la pista definitiva sobre el tema que abriría la velada: la pegadiza ‘David Duchovny’. Sin pausa sonaron ‘Inmaculada decepción’, de su disco ‘Santa’ y ‘El fango’. Fue tras esta canción cuando Zahara dirigió sus primeras palabras al público. «Me emociona ver que habéis crecido tanto desde la última vez que vine», comentó orgullosa. Desde su último paso por la capital la cantante también puede decir que ha crecido como artista -además de por haber escrito un libro y ser madre- y anoche demostró la cantidad de registros que domina. Desde la sensibilidad de ‘El frío’, a solas con su guitarra, hasta momentos más rockeros como el final de ‘Hágase tu voluntad’.
Las dos horas de concierto dieron para mucho, incluso para que Zahara invitase al escenario a Miguel Rivera, cantante del grupo sevillano Maga, para que cantase junto a ella ‘Big Bang’, inspirada en un poema del propio Rivera. Un divertido monólogo anticipó la llegada de ‘Adjunto foto del café verbena’ y su letra surrealista, a la que siguió la versión de ‘Tuyo’, de Rodrigo Amarante y sintonía de la serie ‘Narcos’. También explicó su complicada relación con la canción ‘Con las ganas’, que cantó entre lágrimas, pero se repuso al instante con la alegría de ‘Caída libre’. La banda se recreó en ‘El diluvio universal’, poco antes del cierre con ‘Hoy la bestia cena en casa’, la canción que hizo saltar a toda la sala y con la que Zahara dio la misión por cumplida.