Florence + the Machine edita hoy High as hope su cuarto álbum de estudio. El primer single Hunger define el momento actual de la carrera de Florence, aunando un texto íntimo y de honestidad cruda, con un sentido de la aceptación más amplio. Es una magnífica introducción a este álbum que se aventura en nuevos territorios a la vez que permanece anclado a sus raíces. Florence comenzó a componer el disco en solitario en el sur de Londres, yendo en bici a su estudio de Peckham diariamente. Más tarde se llevó las canciones a Los Ángeles abriéndose a colaboraciones con artistas como Kamasi Washington, Sampha, Tobias Jesso Jr, Kelsey Lu y Jamie XX. Finalmente el álbum se mezcló en Nueva York donde la visión de su icónico skyline a diario, a menudo en clara oposición con el caos del resto del mundo, otorgó al álbum su título.
High as hope tiene el sonido de una artista que se presenta más segura de sí misma que nunca. Florence escribe sobre su adolescencia y juventud con una perspectiva de renovada madurez acerca de crecer en el sur de Londres, de su familia, las relaciones y del arte en sí mismo. Según cuenta: «Hay mucho amor en este disco, también soledad, pero mucho amor». Un álbum que mezcla altibajos. High as hope está formado «de alegría y furia» pero donde la alegría indiscutiblemente sale victoriosa al final. «Siempre es un trabajo en curso, desde luego me queda mucho por discernir. Es una expresión pura de mi momento como artista, de gran honestidad. Me siento más a gusto en mi piel». Y ese es el comienzo de un viaje mucho más lejano para Florence Welch.