La catarsis personal de Diana Navarro se ha convertido en música. La cantante malagueña ha titulado su nuevo álbum con una palabra muy poco usual, Resiliencia, un término procedente de la física y luego utilizado en psicología que según explica ella misma “es la capacidad de estirarse como una goma sin romperse para adaptarse a lo que viene, pero saliendo reforzado”. Mañana presenta en el Teatro Cervantes, a las 20 horas, de su ciudad un nuevo repertorio que es a la vez “una experiencia de vida” y una prueba de su capacidad de superación musical. Apenas quedan unas decenas de entradas para ver la última vuelta de tuerca de una artista que en Resiliencia nos ofrece trece canciones, la mayoría compuestas por ella, de pop electrónico con muchos matices.
“He mostrado una parte de mí que incluso yo no conocía”, confiesa Diana, para quien el disco Resiliencia es el fruto de una búsqueda que empezó en 2009, un proceso vital en el que ha empleado el dolor como herramienta de trabajo. “Es una experiencia personal, vivida en primera, segunda y tercera persona”, asegura esta autodenominada ‘folktrónica’, que no obstante lanza en el álbum un mensaje final mucho más que positivo: se puede salir adelante tras la “muerte metafórica” que acarrea el “desquerer”, esto es, se puede superar hasta el dolor más desgarrador.
Diana Navarro invita a todo el público a ser feliz con canciones de amor verdadero (Eres Tú), catarsis liberadoras (El Perdón), temas que revelan preocupaciones sociales (Los Niños) y singles en los que su origen flamenco y coplero se actualiza con arreglos de cuerda (Ni Siquiera Nos Quedó París). En vivo los interpretará rodeada de Ignacio García (guitarra), Francisco Salazar (piano), Faiçal Kourrich Ben Taieb (violín) y Antonio Jurado (batería), con una puesta en escena sencilla pero con acompañamiento audiovisual.
La de Diana es una voz única que asombró cuando en 2005 apareció su primer disco, No Te Olvides De Mí, del que se vendieron 250.000 ejemplares y consiguió doble platino en España. Conscientes de que el impacto de su primer álbum y de la canción Sola era difícil de repetir, Diana Navarro no ha dejado de trabajar y estudiar hasta su séptimo disco, Resilencia. La cantante le enseñó a Bori Alarcón, su técnico de sonido durante 11 años, algunas de las letras que había compuesto, y éste quiso producir el disco. Ella misma es la autora de todas las letras excepto cuatro que comparte con Antonio Martínez Ares, Domi del Postigo (2) y José Manuel Navarro, y con la ayuda de la electrónica elaboró unas maquetas que cobraron forma con la ayuda de Carlos Vera, Paco Salazar e Iñaki García. Yo Me Voy A Querer, Desnuda Vengo Aquí o Me Amo y Me Acepto Completamente son otros de los “artículos constitucionales” de “la patria independiente” Diana Navarro.
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